Mat. 7:12
Jesús dijo “amad a vuestros enemigos” porque no sé si algún día será mi salvación, porque el que consideraba enemigo, de repente me salvo la vida, salió a mi encuentro y me ayudo en un momento de gran necesidad, por lo tanto es importante que nuestra iglesia, nuestra familia, y mi vida personal, no nos portemos mal con nadie.
Hay una historia en la biblia, que tiene que ver con esto, (Marc. 3:1-8) que es lo importante en mi vida, que estoy haciendo en mi iglesia, sentimos una cosa de apatía en general por las cosas que se realizan en la iglesia, era costumbre de Jesús ir los sábados a la sinagoga.
Esta historia la cuenta Mateo, Marcos y Lucas, y Lucas señala un detalle interesante que no señalan los demás, pero los 3 señalan este incidente de este hombre que tenía la mano seca.
La sinagoga en la antigüedad era la iglesia, ahí se reunía todo tipo de persona que iba a estudiar, o escuchar la palabra de Dios, que iban a orar, que iban a alabar, y que querían aprender lo que Dios tenía para sus vidas.
Así que, aquella sinagoga es como nuestra iglesia, y como me gusta sacar lecciones para nosotros, porque así es como deberíamos de estudiar la biblia, buscando una lección para mi vida, porque si no lo hacemos, siempre vamos a pensar que lo que dice es para otros, no para mí, la biblia debe de decir algo para mí, que me dé lecciones a mí, que me invite a cambiar mis actitudes, el Espíritu Santo la emplea para invitarme, para transformarme, y para hacer cambios profundos en mi vida.
Entonces yo tengo que analizar esta historia desde mi perspectiva, desde mi vida, desde mi familia, desde mi iglesia, desde mi contexto, y entonces podre adoptar los cambios que esta historia quiere que adoptemos.
Había ahí un hombre con una mano seca, Lucas por ser médico se fijaba en los detalles, Lucas dice que tenía seca la mano derecha, (Lc. 6:6) en general la mano derecha, y digo en general porque hay zurdos, pero en general la mayoría de las personas somos diestros.
Así que la mano derecha que es, también para los antiguos era y es símbolo de lo que yo puedo hacer, la mano izquierda ayuda a la mano derecha, pero la mano importante es la derecha, es la mano base como dicen los mudos, cuál es tu mano base, en la biblia la mano derecha es lo que yo puedo hacer.
En la historia de Gedeón, Dios le pide a los 300 que se tiene que enfrentar a la multitud enorme de los enemigos que están en el valle de Megido, (Jueces 7:20) tomaron en la mano izquierda las teas, y en la mano derecha la trompeta con que tocaban, era lo que ellos podían hacer, le ayudaba la mano izquierda con la luz, que es el símbolo del Espíritu Santo, en la obra que tenía que hacer la mano derecha.
Y aquel hombre tenía la mano derecha seca, es decir la tenía inútil, no sabemos qué tipo de enfermedad tenia, pero no podía trabajar, era un invalido, y tenía serios problemas de no poderse mantener, posiblemente era un mendigo.
Además se le sumaban otros problemas, y es lo que pensaban no solo los conciudadanos, sino sus hermanos de la iglesia, ¿qué pensaban sus hermanos de la iglesia? Pues lo consideraban indigno de estar ahí y todos se apartaban de él.
En aquella época se consideraba que el que tenía una enfermedad, era porque había cometido un grave pecado, y la enfermedad era el castigo de Dios, todavía en la sociedad hay gente que opina así, todavía en la iglesia hay gente que opina así, y es penosos que opinemos así.
Porque Jesús demostró en todo su ministerio que eso no era asi, y que ninguna enfermedad ha sido mandada por Dios, sino que es la consecuencia del pecado, es una consecuencia del mundo desastroso en que vivimos.
Pero que nadie considere que una enfermedad es un castigo de Dios, por mi vida mala, o por mi vida de pecado, ¿Cómo puedo pensar que Dios me está castigando?
Ya llegara el momento del castigo en el caso de que no me arrepienta, pero estamos viviendo en un tiempo de gracia, de amor, y de misericordia de Dios, de que quiere que seamos cambiados y transformados.
Como podemos siquiera insinuar, que lo que te está pasando es culpa de tu mala vida, bueno a lo mejor estoy cosechando las consecuencias de mi mala vida, pero Dios no está detrás de todo eso, Dios está intentando sacarme de esa situación.
Entonces entra el hombre de la mano seca, y los demás se le quedan mirando, se alejan poquito, y entra Jesús, y tiene la palabra, pero hay un grupo allí que está interesado, no en lo que va a decir Jesús, sino en que va a hacer, y como sabían que Jesús sana los enfermos, sabían de su amor, sabia de su misericordia, sabían de su gracia infinita, pensaron que Jesús no se iba a resistir a sanar al hombre en sábado.
Ese grupo de personas, un grupo de fariseos que había ahí, ese grupo de personas está atento, no a lo que Jesús va a decir, no está atento para oír el mensaje que Jesús va a decir para transformar mi vida, a ver si aprendo más del reino de los cielos, a ver si aprendo a cómo ayudar más a mi prójimo, a ver cómo puedo amar más.
No, es un grupo de personas que están en la iglesia y precisamente es un grupo que no está dirigido por el Espíritu Santo, está dirigido por el enemigo, porque sus pensamientos, son pensamientos de ataque, de rencor, están buscando que fallo comete el propio Jesús para poder acusarle, y si es posible poder matarle.
Y eso me lleva a otra pregunta, ¿con que espíritu vengo yo el sábado a la iglesia? Porque si vengo a la iglesia cargando un montón de problemas, un montón de rencores, a ver si no me encuentro de frente con éste y con aquel, a ver si los puedo evitar, o a ver si me encuentro con mis amigos para seguir criticando al que no nos gusta.
¿Con qué espíritu vengo a la iglesia? ¿Cómo puedo yo entrar en el reposo de Dios si no vengo con un espíritu correcto a la iglesia? Si no dejo todos esos problemas a los pies de Jesús y le pido perdón y le digo Señor ayúdame amar incluso a mis enemigos, ayúdame a comportarme como Tú, ayúdame a no criticar, ayúdame a no hablar mal, ayúdame a no pensar mal, ayúdame a comportarme como Tú, enséñame.
Este grupo no estaba en este pensamiento, estaba en un pensamiento bastante nefasto, asi que allí tenemos un grupo que está pensando mal, y tenemos un pobre hombre que está siendo criticado por ese grupo, y todos está atentos a ver qué va a ocurrir allí, pero fíjese que ese grupo está criticando al propio Jesús,
Y saben cuando nosotros no hacemos lo correcto, cuando atacamos a nuestro prójimo, a quien estamos atacando es al propio Jesús, ése hombre de la mano seca somos todos nosotros, yo soy ese hombre de la mano seca, porque todos necesitamos la sanidad que Cristo tiene que aportar a nuestras vidas.
Todos somos inútiles para entrar al reino de los cielos, había una ley en Levítico que decía, que todos aquellos que fueran tullidos, inválidos, no podían ser sacerdotes, no podían servir a Dios en su templo, ¿por qué? Porque todo el antiguo testamento es un símbolo o sombra del plan de Redención.
Asi que todo lo que tenga que ver con el pecado, es símbolo del pecado, y mientras esté agarrado a ése pecado es imposible que tenga una relación correcta con Dios, por eso un sacerdote no puede ser alguien que tenga pecado en su vida, porque la enfermedad se puso como un símbolo del pecado.
Porque tocar un muerto es símbolo del pecado, la perdona era impura hasta la puesta de sol, porque tener menstruación era un símbolo del pecado, antes no era así, pero ahora sí y Dios lo pone como símbolo del pecado, todo lo que tiene que ver con los símbolos del pecado se convierte en un impedimento, y Dios lo pone como una lección objetiva para que aprendamos que si yo estoy en relación con el pecado, no puedo servir a Dios correctamente.
Asi que no podre ser sacerdote si me mantengo acariciando el pecado en mi vida, era simplemente esto lo que Dios quería mostrar, pero ahora ha venido Jesús, a mostrar que la enfermedad tiene que ver con el pecado, que no ha sido mandado por Dios, sino que es la consecuencia del mundo en el que vivimos, y Él quiere perdonar, limpiar, sanar, transformar, todo lo que tenga que ver con el pecado.
Asi que aquel hombre tenía un problema físico, tenía un problema de autoestima, tenía un problema de pecado que lo marginaba, era criticado, tenía exclusión social, ¿y qué hace Jesús?
Jesús lo invitó a subir a donde él estaba, todos los enemigos pensando “cómo es posible esto” está contaminando el estrado, como es posible que Jesús le está pidiendo que se ponga en el lugar más importante.
Había ahí dos grupos de personas que tristemente a veces estamos en la iglesia, estaban necesitados de Cristo, el hombre de la mano seca, y estaban todos aquellos que no aceptaban para nada la ayuda que Cristo estaba ofreciendo.
¿Quién es el hombre de la mano seca? (Mat. 25:34-40) así que el hombre de la mano seca, es uno de los más pequeños, y los de la sinagoga deberían de ayudar a este hombre y no marginarlo, no apartarlo, no alejándose de él, sino que tenían que haber hecho lo que Cristo hizo con aquel hombre.
Lo trajo y lo puso delante de todos diciendo, que lo más importante hoy aquí, es este hombre, que siente necesidad de salvación, es el que debe de estar en el centro de la iglesia, no marginado.
Si nos comportamos como Jesús, con las personas poniendo nuestro interés especial en ellos que pasará con aquellos que rechazan hacer esto? (ver. 41) donde acaba el hombre que tiene la mano derecha seca? Jesús lo pone a la derecha, donde quedan aquellos que marginaron al hombre de la mano seca? Jesús los pondrá a su mano izquierda.
La pregunta es ¿Cuál es mi actitud en la iglesia y fuera de ella? (Mar. 3:1-8) “es licito hacer bien en sábado”?
Jesús entra en las normativas de su mente, a ver con que espíritu uno debe de venir a la iglesia, quitar la vida o salvarla, si el cristianismo no transforma nuestra vida en detalles de la vida diaria, para que me sirve venir a la iglesia, si finalmente sigo con mi mano seca.
El centro de la historia está en lo que Jesús le dice al hombre de la mano seca, (ver. 5) dijo al hombre, extiende tu mano, éste es el centro de todo este mensaje, extiende tu mano.
Si todos tenemos la mano seca, que significa tener pecado en mi vida, el cristianismo debe transformar nuestras vidas, el Espíritu Santo debe transformar nuestras vidas, debe verse en nuestro pueblo que hay un cambio, que hay una transformación.
Así que Jesús está diciendo, extiende tu mano, la tenía seca por el pecado, la tenía solo para sí mismo, sin ayudar a nadie, pero gracias a Cristo, puedo extender mi mano para ayudar a otros, puedo servir, esto es lo que Dios me pide, Cristo me reviste de su perfección, o no podremos entrar al cielo.
Jesús dijo quien está a la derecha y quien está a la izquierda, Dios quiere que esta iglesia, sea una iglesia hermosa, que nadie se sienta marginado.
Cuando la comisión de nombramientos nos haga un llamado para servir en algún cargo que haremos? ¿Nos quedaremos con la mano seca? ¿Y decir que no podemos porque vamos a tener nuestro año sabático? Como si fueras judío, o que no podemos porque tenemos mucho trabajo.
El milagro que se produjo es que Cristo sanó al hombre de la mano seca, Cristo quiere una iglesia que haga lo que tiene que hacer, y lo que hay que hacer, se hace con la mano derecha, ayudado por la mano izquierda, es el Espíritu Santo que vendrá en mi ayuda para poder servir.
Esta iglesia debe de tener un grupo de personas que amen a Dios, por encima de todas las cosas, y que ponga sus dones al servicio del pueblo de Dios, (ver. 6) los Fariseos no permitían que el Espíritu Santo trabajara en su corazón, tenían sus ideas fijas, lo que Jesús hacia o decía, les entraba por una oreja y les salía por la otra, ellos seguían en su rebelión abierta en contra de Jesús, se confabularon con personas que no eran del pueblo de Dios para atacar a Jesús.
¿Que hicieron los demás? (ver. 7,8) ¿hermanos queremos que esta iglesia se llene? Porque multitudes siguieron a Jesús, en qué lado queremos estar? No importa que tengamos la mano seca, todos lo hemos tenido, y puede que lo sigamos teniendo, pero Cristo quiere transformar mi vida y quiere que yo extienda mi mano en servicio a los demás.
