«FILIPOS»

(Hechos 16:11-24)

Acerquémonos un poco más a la ruta (¿Ventana 10-40 del año 56 dC?), para seguir de cerca al grupo misionero que preside el Espíritu Santo por medio de Pablo.

LIDIA: EMPRESARIA HOSPEDADORA. Filipos era conocida en la antigüedad por el nombre de Krenides, que significa fuentes. La ciudad estaba llena de fuentes de agua, y entre todas ellas formaban un río en la ciudad, al que llamaban Gangites.

En el capítulo 16 del libro de los Hechos, se nos relata que tres personas son afectadas al entrar en contacto con el evangelio de Cristo, que predicaban Pablo y su equipo. Ellos representaban a tres diferentes etnias: una era asiática, la otra era griega y el tercero de ellos era romano. Lidia era una vendedora de púrpura, procedente de la ciudad de Tiatira; la muchacha adivina era griega, y el carcelero de Filipo, era un funcionario del gobierno Italiano -el alcalde de la ciudad.

Lidia era de la ciudad de Tiatira; no se menciona a su esposo, por lo tanto se puede creer fácilmente que era viuda. Tiatira se encontraba en el Asia Menor, exactamente entre las ciudades de Pérgamo y Sardis. Tiatira aún es una ciudad en la actualidad, y se puede encontrar en el país de Turquía. En pocas palabras, la hermana Lidia era ciudadana turca. También se nos informa que Lidia era una prosélita. Es decir que aun sin ser judía, había abandonado la idolatría, abrazó la fe cristiana y era una adoradora del Dios del cielo. Lidia era una mujer de negocios, vendía púrpura. La púrpura era una tinta de color morado que se conseguía de un tipo especial de marisco llamado por ese mismo nombre. Su obtención tenía un gran costo, y solamente la compraban los poderosos y ricos de esa época.

Según la historia, un perro se puso a comer el marisco llamado “conchilis o púrpura” y el hocico le quedó completamente de color morado, casi para el resto de su vida. Esto dio ocasión para descubrir la elegante y costosa tinta llamada púrpura. Hubo un tiempo en que la púrpura era más costosa que el oro, y las telas teñidas con este color eran usadas solamente por los soberanos de la tierra.

En los días en que Lidia negociaba la púrpura, ésta era un poco más fácil de comprar, pero aún era un lujo que podían darse solamente los nobles y los ricos de las naciones de la tierra. De allí aparece la frase de “… un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino…” (Lucas 16: 20) en la narrativa de Lázaro. Antes de crucificar a Jesús, los soldados romanos vistieron a Jesús de púrpura: (Marcos 15:17-20) La púrpura es uno de los colores que usan los papas y en su atuendo oficial actualmente. La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada con oro, piedras preciosas y perlas, y tenía en la mano una copa de oro llena de abominaciones y de las inmundicias de su inmoralidad (Apocalipsis 17:4)

Lidia era una mujer muy ocupada en su negocio. El comercio es un trabajo muy respetable cuando se desarrolla honestamente. Los judíos tenían un refrán interesante que rezaba así: “Quien no enseña a sus hijos a negociar, les enseña a robar.” (Hechos 16:15) La conversión de Lidia ocurrió durante las reuniones celebradas por los emisarios de Cristo a la orilla de un río; aparentemente no había sinagoga ni templo en la ciudad para reunirse los días sábados, por lo cual encontramos que se estaban celebrando las reuniones de oración a la orilla del río. Los cristianos primitivos apartaban el sábado para celebrar su escuela sabática (no escuela dominical) y su culto de predicación, dentro o fuera de la ciudad ¡aunque fuera a la orilla del río! Después del bautismo de Lidia, ella puso inmediatamente en efecto la hospitalidad cristiana. Prácticamente Lidia obligó a Pablo a quedarse en su casa.

En la mente de Lidia, ella no estaba haciendo un favor a la compañía paulina; ella lo presentó al contrario, era un favor que ella pedía que los discípulos le concedieran. “Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad” dijo Lidia. Dicho en otras palabras, Lidia dijo a los discípulos: si ustedes creen que yo seré una buena cristiana, demuéstrenmelo, dándome el privilegio de hospedarse en mí casa. Ellos habían hecho un trabajo espiritual en el alma de Lidia, y ella deseaba recompensar un poco a los discípulos, cuidando de las necesidades físicas de ellos. No era tarea fácil, porque eran cuatro varones: Pablo, Silas, Timoteo y Lucas. Sin duda, la hermana Lidia desempeñó un importante rol en la gira misionera del cuarteto que el Cielo usó para conquistar el territorio europeo.

¡ENEMIGO A LA VISTA! (Hechos 16:16-24) Extraña escena la que encontramos: el diablo predicando el evangelio de Cristo, o al menos confirmando las palabras de los verdaderos predicadores de Cristo. Es lo que se denomina un oxímoron, o ideas contrarias que se juntan. Cuando el diablo confiesa a Cristo, es más peligroso que cuando lo niega, ya que él sólo confiesa a Cristo para oponérsele. Muchas veces el diablo confiesa a Cristo y lo distorsiona, haciendo de las doctrinas de Cristo cualquier otra cosa, con tal de alterar la verdad en su esencia. Era una muchacha, era una esclava y era adivina; era una pitonisa, nombre que se daba a todos aquellos que eran posesionados por el espíritu de Pitón. Pitón era el nombre que se le daba a la serpiente en la antigüedad, y significaba conocimiento y sabiduría. Todavía se conoce la serpiente llamada pitón y es una variedad de ofidio que estrangula a sus víctimas antes de engullirlas. Los demonios creen en la Palabra y creen en Dios; además de creer, también tiemblan. Pero más que eso, son comentaristas de la Biblia y también predican, como en este caso. Muchas veces predican la verdad mezclada con la mentira, lo cual automáticamente se convierte en una mentira; pero algunas veces predican la verdad en su esencia.

Esta muchacha estaba predicando la verdad en su esencia: no había ni el menor rastro de mentira en su mensaje, todo lo que decía era verdad cuando constantemente repetía: “Estos hombres son siervos de Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.” Los demonios tienen miles de ministros del infierno, que se encargan de predicar y entregar los mensajes que ellos tienen para la humanidad. Empero su finalidad son caminos de muerte. Entre esos predicadores infernales podemos encontrar a los magos, a los adivinos, a los hechiceros, a los brujos, a los medios, a los leedores de cartas, de manos, y de estrellas, a los observadores de bolas de cristal, a los curanderos y entre unos de sus predicadores más eficaces encontramos al falso profeta. Todos ellos casi siempre dicen la verdad, cuando se les consulta los pecados que se sospechan que otros están cometiendo.

Recuerdo la triste experiencia en la iglesia de mi niñez. Una de estas hermanas de la religión que usan velo en la cabeza, fue invitada a uno de los servicios de nuestra iglesia. Se le dio la bienvenida muy cordialmente y ella tomó asiento y comenzó a participar de los himnos y de las oraciones que se estaban llevando a cabo. A la hora del sermón estaba muy atenta escuchando al predicador, cuando de repente cayó al suelo zarandeada por unas espeluznantes convulsiones. Comenzó a gritar, al principio no se le entendía lo que estaba diciendo, era una total jerigonza. Poco a poco el grito se fue aclarando, hasta que se logró entender el mensaje que estaba constantemente repitiendo, y ella decía: “el predicador está en adulterio” El predicador se puso nervioso, se bajó del púlpito y en medio de la convulsión que había en ese lugar, nadie hacía nada para reclamar el orden de la iglesia. Tristemente el mensaje de nuestra hermana era 100% verdadero, el predicador infamemente estaba usando el púlpito, aun sabiendo que su vida estaba en adulterio. Allí nos encontramos con una predicadora de la verdad, pero con un mensaje de destrucción. Ese mensaje no fue de edificación, sino que de destrucción, ese mensaje creó caos, creó confusión, creó desaliento, y creó mucha vergüenza y desilusión en nuestra iglesia.

La lección fue aprendida:- No peque -Si peca, no sea sacrílego, no sea un infame tocando los vasos sagrados de Dios, con manos sucias -El pecado secreto, el mismo diablo se encarga de publicarlo. En el texto encontramos a una muchacha adivina que está predicando la verdad. Aunque su sermón era verdadero su participación no fue aceptada por los discípulos, ya que el diablo no tiene permiso para formar parte de un servicio cristiano. El mensaje de esta muchacha era verdadero, era tan verdadero como si un ángel del cielo lo hubiera predicado, pero el tono de la predicación estaba equivocado, equivocado porque estaba bajo la influencia del diablo. Ningún hijo de Dios puede aceptar la alabanza a su persona o a su ministerio de nadie, mucho menos si estas alabanzas tienen su origen en los labios mentirosos de las huestes infernales. Mientras ella más predicaba, la sangre de Pablo más se calentaba. Ahora queda la pregunta en el aire: ¿Por qué esta muchacha era impulsada por el diablo a dar semejante discurso?

Permitido especular: -Quizás con la idea de conseguir algo de Pablo. Ella pudo haber pensado que Pablo la podría haber recompensado por su proclamación en público, de algo verdadero que estaba en armonía con la verdad que estos hombres predicaban. -Posiblemente para conciliarse con Pablo. El demonio teniendo temor de ser expulsado por Pablo, influenció a la muchacha para ganar el favor de Pablo y así evitar su expulsión. -Posiblemente para incrementar la popularidad de la muchacha, dando un mensaje verdadero la gente creería más en la inspiración de ella. -Para desacreditar la obra de Dios, la gente podía llegar a creer que Pablo, Silas, Timoteo y Lucas, estaban en la misma liga demoníaca.

Pablo al final expulso el demonio de la muchacha, y por ese acto tanto Pablo como Silas, se ganaron una buena azotada y después una encarcelada. (Hechos 16:25-34)

Cuenta la historia de tres predicadores de la iglesia metodista en Worcestershire, Inglaterra. Estos tres hombres habían decidido ir a predicar a la plaza de este pueblo, y en el momento de su predicación también se presentó, un magistrado, un sacerdote y un alguacil. El primer hombre tomó la palabra y comenzó a predicar, el magistrado ordenó al alguacil bajarlo de su podio y llevarlo preso. Inmediatamente el segundo hombre tomó la posición del primero y la misma orden fue dada. El tercer hombre tomó la posición del segundo, se volvió a repetir la misma orden y al final los tres predicadores terminaron en la cárcel. Estando en la cárcel, Los tres hombres comenzaron a cantar y hacer ruido, el magistrado muy enfadado fue a ver al alguacil y le ordenó que separara a los tres predicadores. El alguacil tomó a los predicadores y los puso en diferentes celdas con diferentes criminales. Ellos comenzaron inmediatamente a evangelizar a los criminales, estos creyeron en Cristo y comenzaron a cantar junto con los predicadores. El magistrado regresó de nuevo al escuchar el ruido que éstos estaban haciendo, y ordenó al alguacil que los volviera a separar. El alguacil le dijo: -Ya lo hice una vez, y el ladrón de la celda 16 se volvió peor que el predicador. Si los continuamos separando, cuando llegue el amanecer, la prisión entera estará cantando.

25°-Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. (Hechos 16) Era un servicio inusual: A la medianoche- Era un servicio simple: Oraciones cantadas -Era un templo singular: Una prisión -Era una posición incómoda: “los pies en el cepo” -Era una congregación muy extraña: Presos

Maldiciones, profanidades, injurias, bochornos, gritos, burlas, vulgaridades e insultos, son las únicas cosas que pueden parir las entrañas de una cárcel. Pero esa noche en la cárcel de Filipo estaba pasando algo que nunca había pasado anteriormente, era algo extraño que había llamado la atención de todos los presos, reinaba un profundo y celestial silencio, los presos con santa curiosidad y profunda reverencia escuchaban las alabanzas elevadas hacia el cielo, que provenían de la celda más profunda de la prisión. Yo puedo imaginarme que un coro de ángeles descendió del cielo prontamente, para unir sus finas y melodiosas voces a las voces de dos mortales. Dos hombres que a pesar de tener espaldas ensangrentadas y aun sangrando, rendían un culto de alabanza a Aquel que les había dado el santo privilegio de sufrir por su Nombre. ¡Oh Dulce nombre, es el nombre de Jesús! La oscura y húmeda cárcel se había convertido en una catedral llena de vida, llena luz y llena de una exquisita música sacra humana-angelical, que había aquietado la pervertida razón de sus habitantes y por esa razón el pastor Lucas, enfatiza la santa solemnidad del momento y del lugar, diciendo: “y los presos los oían”

Las alabanzas que se entonan por la noche, son más poderosas que los sermones que se predican por el día. La música sacra tiene un efecto poderoso sobre la mente del pecador. La iglesia católica terminó diciendo que Martín Lutero le había hecho más daño a su iglesia, con su música que con su doctrina. “Castillo fuerte es nuestro Dios” es uno de los himnos más sublimes que el cristianismo pueda tener, eleva el alma, cura el miedo, da poder al que lo necesita, le da valentía a un corazón que es débil, entrega la bendita esperanza de la salvación y de la vida eterna, este himno logra que el humano, por medio de la fe, pueda contemplar la gran gloria de Dios.

El suicidio no consiste es tenerle miedo a la muerte, sino en tenerlo miedo a la vida. El suicidio es un bravo acto de valor de una persona, cuando ésta llega a la conclusión que es más terrible el estar con vida, que estar muerto. A pesar de todo, el suicidio es considerado como un pecado a los ojos del cielo, ya que priva la vida de la propia persona, y solamente Dios es el único que puede tanto dar la vida, como volverla a posesionar. El carcelero estaba dispuesto a suicidarse y fue detenido por Pablo de no hacerlo.

¿Cómo Pablo pudo darse cuenta si se encontraba en la celda del fondo desde donde no se podía ver nada?, ¿Por qué los prisioneros no intentaron escapar? Ahora el panorama cambia totalmente, es el carcelero quien está postrado a los pies de los discípulos formulando la más grande pregunta que un hombre puede hacer: ¿qué debo hacer para ser salvo?

Ese mismo día pasan varias cosas en forma sucesiva y sin pérdida de tiempo: -Pablo y Silas expulsan el demonio de la muchacha adivina -Pablo y Silas son arrestados -Pablo y Silas son azotados -Pablo y Silas son encarcelados -Pablo y Silas ofrecen un concierto gratis de música sacra en la cárcel de Filipo a la medianoche, -Dios usa un fenómeno natural para endorsar y aprobar el servicio de alabanza de sus ministros -La vida física del carcelero es preservada -La vida espiritual del carcelero y su familia tiene un nuevo comienzo -El carcelero lava las heridas de los dos artistas del cielo -El carcelero y toda su familia son bautizados -El carcelero y su esposa llevaron a Pablo y Silas a su casa y cenaron juntos. Posiblemente el carcelero y su esposa se llamaban Síntique y Evodia, ésta es la pareja que Pablo saludó, cuando escribió su carta a los Filipenses: (Filipenses 4:2)

Al final podemos resumir que el poder de Dios, convirtió la cárcel de Filipo en: -Un quieto y solemne templo de alabanza y oración -En un alarmante lugar de juicio -En una magnifica escuela de arrepentimiento -En una casa de hermandad, de amor y de compasión cristiana -En un lugar bendecido para el nuevo nacimiento de muchas vidas espirituales. (Hechos 16:35-40) A estos últimos versículos les pudiéramos titular: Vindicación de Derechos. Pablo y Silas fueron castigados sin una orden judicial, las autoridades se dieron cuenta de este error y ahora se querían deshacer de los hombres lo más pronto posible y silenciosamente. El rehusarse a salir de la cárcel sin vindicación no era el resultado del orgullo de Pablo y Silas, sino era el resultado del honor del evangelio. Si ellos partían de la cárcel sin ser vindicados por las autoridades, la influencia del evangelio perdería su poder, y el honor de Cristo sería tirado por el suelo.

Thomas Maynard, quien era cónsul de Inglaterra en Lisboa, Portugal; fue echado en la prisión por la santa inquisición. El superior de Thomas, llamado el señor Meadows, consultó inmediatamente al gobierno de Inglaterra y el gobierno le ordenó ir donde al rey de Portugal para pedir la libertad de Thomas Maynard. –No tengo autoridad sobre la santa inquisición, por lo tanto no puedo libertar al señor Maynard- respondió el rey. El gobierno inglés fue informado de la posición del rey de Portugal, y el gobierno inglés ordenó al señor Meadows a presentarse de nuevo ante el rey con el siguiente mensaje: -Si mi señor el rey, no tiene poder para liberar a Thomas Maynar, he obtenido un permiso especial de mi gobierno para yo mismo declarar y dirigir la guerra en contra de la santa inquisición- Aterrorizados por una guerra en contra de Inglaterra, el rey y la santa inquisición portuguesa abrieron las puertas de la cárcel para liberar a Thomas Maynar. Este se rehusó a salir de la cárcel, mientras no fuera vindicado por las autoridades que injustamente lo encarcelaron. La santa inquisición y una comitiva del rey de Portugal se hicieron presente y con honores liberaron al cónsul inglés. Se ganaron varias victorias en una sola: -Respeto a los diplomáticos extranjeros de parte del gobierno de Portugal -Respeto a la fe y a la libertad religiosa -Respeto a la soberanía inglesa -Y no volver a repetir el mismo error por parte del poder católico en dicho país.

40°-Entonces, saliendo de la cárcel, entraron en casa de Lidia, y habiendo visto a los hermanos, los consolaron, y se fueron. (Hechos 16) Esta es la historia de la primera iglesia establecida en Europa y de sus primeros feligreses; Lidia, la muchacha esclava, Evodia y Síntique. Un inicio humilde y medio violento, ¿Quién se imaginaría la grandeza del cristianismo en Europa, a partir de este insignificante inicio? A pesar de la corrupción que ha sufrido la iglesia cristiana en Europa, allí quedan sus monumentos que empujaron al viejo continente a la civilización y al progreso. Todos los edificios que ha levantado el cristianismo, sus magníficos templos, sus imponentes catedrales, sus hospitales, sus escuelas y universidades, sus maravillosas galerías de pinturas y de esculturas, las grandes producciones de sus poetas cristianos, Beethoven, Handel, Mendelssohn y Haydin entre otros grandes músicos de la cristiandad, todos ellos testifican a una, el gran poder que el cristianismo ejerce en la mente del hombre.

Toda esta grandeza tuvo un humilde inicio, dos hombres acercándose a una vendedora de púrpura que oraba con otras mujeres a la orilla de un templo natural que era embellecido por la participación de un río. Dos hombres reprendiendo a un espíritu inmundo que tenía cautiva a una joven esclava, un carcelero que fue librado del suicidio y de la muerte eterna, ¿Quién lo diría?

Las sencillas monedas que podamos dar a un huérfano o a un necesitado posiblemente se puedan convertir en las pequeñas semillas que cosechen una gran fortuna, un abrazo o un gesto de amor hacia nuestro prójimo, posiblemente puede ser un acto insignificante, que llegue a tener connotaciones y resultado eternos.

Dios te bendiga.

 

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