De vuelta al altar — Temprano te buscaré
DÍA 5 — JESÚS, EL MADRUGADOR
“Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren” (Juan 4:23).
La verdad del altar
Hay una «verdad del altar» en la vida de Jesús que ningún cristiano debería perderse. Durante los últimos días hemos reflexionado mucho sobre los altares en las Escrituras y sobre la vida de quienes los construyeron. El altar es una metáfora de un lugar y tiempo de adoración al Dios vivo y verdadero. No es necesario poseer un altar físico para adorar a Dios. De hecho, si un seguidor de Jesús vive en comunión consistente, seria y empapada de la Biblia con Dios, él o ella ya ha erigido un altar tan real como el que Elías reconstruyó en el Monte Carmelo (1 Reyes 18).
Vemos un «altar» así en la vida de Jesús. En medio de una vida ajetreada de ministerio diario, amenazas constantes y ataques fulminantes del demonio, Jesús sacó tiempo para largas temporadas de oración y adoración. El que era igual al Padre (Filipenses 2:6) seguía pensando que era importante «estar quieto y saber» que Dios es Dios (Salmo 46:10). Jesús comprendió desde muy joven que su vocación requería una conexión constante con su Padre. Esta era la única manera de llevar los pecados del mundo a la cruz
Se buscan madrugadores
En Marcos 1:35, Jesús se levantó «mucho antes del amanecer» y encontró un lugar tranquilo y solitario para hablar -y escuchar- a su Padre. El día anterior lo había pasado en pleno ministerio: sanando a los enfermos, expulsando a los demonios y redimiendo a los perdidos. Cuando los discípulos se despertaron, se dieron cuenta de que Jesús había desaparecido y fueron en su busca. Cuando lo encontraron, le dijeron: «Todos te buscan» (Marcos 1:37). La respuesta de Jesús es un poderoso recordatorio de la bendición que espera a todos los que atienden su altar matutino y vespertino.
«Vayamos a las ciudades vecinas, para que predique también allí, porque para eso he salido», comentó Jesús (Marcos 1:38). ¿Lo has entendido? Jesús se enfrentó a un poderoso dilema. Quedarse en el lugar donde estaba -el hogar de Pedro- y continuar con un ministerio fructífero allí. O, dejar ese lugar para ir a nuevos territorios de ministerio no probados. Pocos cristianos hoy en día dejarían un momento fértil de ministerio por uno desconocido. Sin embargo, Jesús hizo exactamente eso sin dudar. ¿Cómo tomó la decisión correcta? Dios el Padre le había revelado a Jesús los planes para ese día durante su tiempo de devoción privada. El Padre afirmó el propósito de Jesús mientras oraba y esperaba en su presencia.
Amigos, cuando no buscamos a Dios temprano en adoración y oración, nos perdemos los planes de Dios para nuestro día y su afirmación de nuestro propósito. Hoy oremos por el compromiso de levantarnos temprano y pasar tiempo con Dios para que Él nos prepare para cumplir Su propósito para nuestro día y nuestras vidas.
Hablemos con nuestro Dios.
Oración a través de la palabra de Dios – Juan 4:23
“Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.”
“Verdaderos adoradores”
Padre, enséñanos en nuestras actividades cotidianas, tanto en los aspectos importantes como en los mundanos de nuestra vida, cómo adorarte. Que no separemos más nuestra fe, que no pensemos más en la adoración como un evento del sábado, sino que la veamos realmente como la forma más feliz de la vida. Que estemos continuamente conectados a Ti y vivamos como verdaderos adoradores del único Dios verdadero. Amén.
“Adorarán al Padre en espíritu y en verdad”
Gracias, Dios, porque podemos adorarte desde donde quiera que estemos y cuando queramos. Nos escuchas tanto si estamos en casa, en el trabajo, en la iglesia o de viaje. Te alabamos por esta disponibilidad 24/7 para tus hijos. Señor, guíanos a toda la verdad a través de tu Espíritu Santo para que nuestra adoración, sí, nuestras vidas, estén en armonía con toda la verdad. Gracias, Dios, por guiarnos a una verdadera experiencia de adoración. Amén.
“El Padre tales adoradores busca”
Padre bondadoso, tu amor por nosotros es incomprensible. Deseas que estemos cerca de Ti. Nos buscas activamente y estás deseando convertirte en todo para nosotros. Perdónanos cuando te hemos ignorado y no hemos pasado mucho, o ningún, tiempo diario contigo. Sabemos que Tú no te impones a nosotros. Gracias por la seguridad de que si te invitamos a estar con nosotros, estarás entre nosotros. Amén.
Más sugerencias de oración
Agradecimiento y alabanza: De gracias por las bendiciones específicas y alabe a Dios por su bondad.
Confesión: Dedique unos minutos a la confesión privada y agradezca a Dios su perdón.
Guía: Pide a Dios que te conceda sabiduría para los desafíos y decisiones actuales.
Nuestra iglesia: Ore por las necesidades de la iglesia regional y mundial (vea hoja separada con las peticiones).
Pedidos locales: Ore por las necesidades actuales de los miembros de la iglesia, la familia y los vecinos.
Escucha y responde: Dedique tiempo a escuchar la voz de Dios y responda con alabanzas.
Sugerencias de alabanzas
Himnario Adventista: Dame a Cristo (#462); A solas al huerto yo voy (#382); Yo temprano busco a Cristo (#603); Fija tus ojos en Cristo (#211); Padre, tu Palabra es mi delicia (#206)
Published by the General Conference Ministerial Association
Daily Readings by Pr. Dwain Esmond