DÍA 6 — EL GUERRERO DE LA ORACIÓN NOCTURNA
“En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.” (Lucas 6:12).
Un ejemplo para nosotros
Jesús era conocido por pasar noches enteras en oración, como hizo la noche antes de seleccionar un equipo de 12 discípulos que un día llevarían el evangelio al mundo (Lucas 6:12, 13). Usted podría estar inclinado a permanecer despierto toda la noche también si tuviera un mundo que salvar con la ayuda de 12 pecadores no calificados. La responsabilidad era muy pesada. Así es como Elena de White describe a Jesús, el guerrero de la oración nocturna
“La Majestad del cielo, mientras se ocupaba de su ministerio terrenal, oraba mucho a su Padre. Frecuentemente, pasaba toda la noche postrado en oración. A menudo su espíritu se entristecía al sentir los poderes de las tinieblas de este mundo, y dejaba la bulliciosa ciudad y el ruidoso gentío, para buscar un lugar apartado para sus oraciones intercesoras. El monte de los Olivos era el refugio favorito del Hijo de Dios para sus devociones. Frecuentemente, después que la multitud le había dejado para retirarse a descansar, él no descansaba, aunque se sentía agotado por la labor del día. En el Evangelio según San Juan leemos: “Cada uno se fue a su casa; y Jesús se fue al monte de los Olivos”. Mientras la ciudad estaba sumida en el silencio, y los discípulos habían regresado a sus hogares para un reparador descanso, Jesús no dormía. Sus divinos ruegos ascendían a su Padre desde el monte de los Olivos para que sus discípulos pudieran ser guardados de las malas influencias que enfrentarían a diario en el mundo, y para que su propia alma pudiera ser fortalecida y vigorizada para enfrentar las obligaciones y las pruebas del día siguiente. Mientras que sus discípulos dormían, su divino Maestro pasaba toda la noche orando. El rocío y la escarcha de la noche caían sobre su cabeza inclinada en oración. Ha dejado su ejemplo para sus seguidores”. (Testimonios para la Iglesia Tomo 2 pág. 450.3)
Comprender los riesgos
Mientras que algunos cristianos comienzan su día con Dios, debido en parte al temor de lo que les espera una vez que salen de su casa, muchas raras veces lo terminan en Su presencia. Habiendo recibido lo que necesitan para pasar el día, apenas se detienen para agradecer a Dios por su provisión y protección sobre sus vidas. Cansados y agotados, se dejan caer en la cama sin pensar en buscar el poder de Dios para enfrentar las pruebas de mañana. Rara vez le dan las gracias.
Jesús entendía la realidad espiritual de alto riesgo que lo enfrentaba cada día. Era muy consciente del peligro espiritual al que se enfrentaban sus discípulos, incluso cuando ellos no tenían ni idea (Lucas 22:32). Hoy y todos los días no perdamos la oportunidad de terminar nuestro día con los corazones elevados a Dios en oración y alabanza. Oremos fervientemente unos por otros para que Dios nos mantenga fieles mientras nos acercamos al regreso de Jesucristo.
Hablemos con nuestro Dios
Tiempo de oración (30 – 45 Minutos)
Oración a través de la Palabra de Dios – Lucas 6:12
“En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.”
“Salió al monte a orar”
Jesús, estamos muy agradecidos por Tu ejemplo para nosotros. Tu vida es el gran modelo que seguimos, y oramos para que vivas tu vida en nosotros. Señor, reconocemos nuestra necesidad de tener un tiempo privado contigo. Ayúdanos hoy a reservar tiempos especiales de silencio para la oración. Muéstranos el «monte» que está a nuestra disposición, un lugar donde podamos estar en comunión contigo y aprender a escuchar tu voz con mayor claridad. Amén.
“Y pasó toda la noche”
Dios, la mayoría de nosotros nunca ha orado una noche entera. A algunos nos cuesta orar más de 30 segundos. Y aunque la duración de la oración no determina si Tú nos escuchas, nos damos cuenta de que más tiempo contigo resultaría en muchas más bendiciones para nosotros. Es en la comunión contigo que somos fortalecidos, ayudados, conducidos, convencidos, guiados y bendecidos. Dios, por favor enséñanos a orar y a hacer de este tiempo sagrado contigo una prioridad, tanto a nivel individual como a nivel de iglesia. Que lleguemos al punto de que nuestro tiempo en oración sea más largo que el tiempo que pasamos en nuestros teléfonos, frente a nuestros televisores, o concentrados en otras distracciones. Haznos guerreros de la oración. Amén.
“Orando a Dios”
Nuestro amoroso Dios, con vergüenza debemos admitir que para muchos desafíos no nos dirigimos primero a Ti sino a otras fuentes que no son tuyas. A menudo ni siquiera nos damos cuenta de que hemos convertido muchas cosas o experiencias en ídolos. Por favor, perdónanos. Muéstranos dónde hemos buscado las cosas de este mundo en lugar de buscarte a Ti. Tú eres el Dios todopoderoso y omnipotente del universo. Queremos buscarte solo a Ti. Solo a Ti te oramos. Amén.
Más sugerencias de oración
Agradecimiento y alabanza: De gracias por las bendiciones específicas y alabe a Dios por su bondad.
Confesión: Dedique unos minutos a la confesión privada y agradezca a Dios su perdón.
Guía: Pide a Dios que te conceda sabiduría para los desafíos y decisiones actuales.
Nuestra iglesia: Ore por las necesidades de la iglesia regional y mundial (vea hoja separada con las peticiones).
Pedidos locales: Ore por las necesidades actuales de los miembros de la iglesia, la familia y los vecinos.
Escucha y responde: Dedique tiempo a escuchar la voz de Dios y responda con alabanzas.
Sugerencias de Alabanzas
Himnario Adventista: Señor Jesús, el día ya se fue (#52); Dulce comunión (#374); Tengo paz (#426)
Otras alabanzas: Su oveja soy (#428); En momentos así (#34)
Published by the General Conference Ministerial Association.
Daily Readings by Pr. Dwain Esmond.