Nuestra más urgente necesidad

De vuelta al altar — Nuestra más urgente necesidad

DÍA 7 — UNA IGLESIA DE ADORACIÓN

“Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.” (Salmos 95:6).

Adoración regular

Una encuesta mundial de 2018 de los adventistas del séptimo día encontró que solo el 34 por ciento de los hogares adventistas participan en la adoración regular de la mañana y la tarde, y solo el 52 por ciento de los miembros de la iglesia tienen algún tipo de devoción personal. ¿Puede una iglesia con el mensaje del tiempo del fin centrado en la adoración -el mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6-12- transmitir este solemne mensaje si sus miembros no participan fielmente en la adoración personal y familiar? En otras palabras, ¿podemos proclamar eficazmente lo que muchos de nosotros no estamos haciendo diariamente?

Elena de White nos dice, “Nada es más necesario en la obra que los resultados prácticos que produce la comunión con Dios” (Testimonios para la iglesia, tomo. 6, p. 54). En otra cita nos dice, “Como los patriarcas de la antigüedad, los que profesan amar a Dios deberían erigir un altar al Señor dondequiera que se establezcan… Los padres y las madres deberían elevar sus corazones a menudo hacia Dios para suplicar humildemente por ellos mismos y por sus hijos. Que el padre, como sacerdote de la familia, ponga sobre el altar de Dios el sacrificio de la mañana y de la noche, mientras la esposa y los niños se le unen en oración y alabanza. Jesús se complace en morar en un hogar tal.” (Conducción del niño, 490)

Nuestra necesidad más urgente

La restauración del culto personal y familiar entre los Adventistas del Séptimo Día es quizás la necesidad más apremiante de nuestro tiempo. Pero no será fácil. Hoy nos enfrentamos al reto de la tecnología que ocupa cada vez más nuestro tiempo y altera nuestras mentes. Nuestra adicción a los medios de comunicación, especialmente a las redes sociales, nos ha dejado ansiosos, irritables, solitarios, estresados, deprimidos, insomnes e infelices con nuestra posición en la vida.

Irónicamente, la adoración personal y familiar tiene el efecto contrario. El culto calma nuestras mentes, disminuye la soledad, reduce el estrés, aumenta la paz, satisface nuestras necesidades emocionales y nos enseña a estar contentos. ¿Podría ser el altar el antídoto para nuestras mentes agotadas y nuestros corazones inquietos?

Ahora más que nunca, Dios nos llama a volver a su corazón, a tiempos constantes de refresco en su presencia. Es por esta razón que la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha lanzado la iniciativa «De vuelta al altar», un esfuerzo histórico para reconstruir los altares personales y familiares rotos en la iglesia de Dios. Para el año 2027, esperamos que al menos el 70 por ciento de los miembros Adventistas participen por la mañana y por la noche en el culto personal y familiar. En los próximos días escucharán más sobre esta iniciativa, pero todos podemos comenzar ahora a adorar a Dios fiel y consistentemente. Si volvemos al altar con Dios, ¡seremos transformados a su imagen y capacitados para terminar su obra!

Hoy pidamos a Dios un derramamiento especial de su Espíritu Santo sobre nuestras experiencias de adoración con Él. Ahora más que nunca, necesitamos la preciosa bendición de la comunión con Dios.

Hablemos con nuestro Dios.

Tiempo de oración (30 – 45 Minutos)

Oración a través de la Palabra de Dios – Salmos 95:6

“Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.”

“Venid, adoremos y postrémonos”

Dios, cuántas veces no nos hemos dado cuenta de lo verdaderamente grande y asombroso que eres. La inmensidad del universo no puede contenerte y, sin embargo, con demasiada frecuencia no te honramos ni te adoramos como corresponde y con profunda reverencia. Danos una visión de Tu gloria y ayúdanos a comprender que Tú mereces todo el honor, la gloria y la adoración. Recuérdanos acercarnos a Ti con reverencia y respeto, reconociéndote como nuestro poderoso Dios. Amén.

“Arrodillémonos delante de Jehová nuestro hacedor”

Dios Creador, Tú eres el máximo Maestro Artista. Todas las cosas que has hecho son hermosas y perfectas. Tu amor está escrito en cada brote que se abre y en cada hoja. También eres nuestro verdadero Padre, el que nos hizo, nos deseó y nos creó a tu imagen. ¿Cómo podemos comprender plenamente el honor que nos has concedido de ser llamados tus hijos? Te alabamos y adoramos, nuestro Hacedor. Amén.

Más sugerencias de oración

Agradecimiento y alabanza: De gracias por las bendiciones específicas y alabe a Dios por su bondad.

Confesión: Dedique unos minutos a la confesión privada y agradezca a Dios por su perdón.

Guía: Pide a Dios que te conceda sabiduría para los desafíos y decisiones actuales.

Nuestra iglesia: Ore por las necesidades de la iglesia regional y mundial (vea hoja separada con las peticiones).

Pedidos locales: Ore por las necesidades actuales de los miembros de la iglesia, la familia y los vecinos.

Escucha y responde: Dedique tiempo a escuchar la voz de Dios y responda con alabanzas.

Sugerencia de alabanzas

Himnario Adventista: Te quiero, mi Señor (#246); ¡Oh, Dios oyes cada oración! (#36); Llena mi ser (#192); Más cerca, oh Dios, de ti (#446)

Published by the General Conference Ministerial Association

Daily Readings by Pr. Dwain Esmond.

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