Hoy vivimos una realidad muy compleja. Ya no emociona pensar en el futuro. Al contemplarlo, nos produce temor y angustia. Hay tantos frentes turbadores que no sabemos ni por dónde empezar: los vaivenes en la economía, la inestabilidad política, el cambio climático, el aumento de los problemas de salud, entre otros. De ahí que la sociedad se haya volcado al mundo del entretenimiento y la distracción para tratar de paliar sus complicaciones. Pero eso no resuelve nada. De acuerdo con la Biblia, muchos de los desajustes sociales, políticos, económicos y ecológicos son parte de las señales que anuncian la segunda venida de Jesús a este mundo. La solución a los grandes problemas del planeta es el establecimiento de un nuevo orden dirigido por el verdadero Soberano de este mundo, a saber, Jesucristo. En la Biblia se plantea su regreso en gloria y majestad. Hoy tenemos la oportunidad de prepararnos para este maravilloso acontecimiento.