Es absurdo e inverosímil es perder la Biblia en el templo. Podemos caer en la lamentable experiencia de descuidar el estudio de las Escrituras. Cada vez que en la iglesia se habla de cualquier tema ajeno a la Biblia, podríamos decir que la Escritura se perdió. Además, con nuestras posibles actitudes de desinterés, ya sea por falta de tiempo, la escuela, el trabajo, los deportes o los videojuegos, en realidad decimos que la Biblia se nos perdió.
¿Cuándo fue la última vez que se sacudió tu corazón después de leer o escuchar un mensaje bíblico?