En forma para vivir

 

En forma para vivir.

El ejercicio es una elección personal: practícalo.

Para conseguir la mayoría de las cosas que valen la pena es necesario recurrir al esfuerzo. Eso es particularmente cierto en el caso de la salud. Quien goza de buena salud no lo hace por haber recibido un golpe de suerte. No tiene nada que ver con el azar.

Aunque es cierto que todos disponemos de una dotación genética distinta y que nadie tiene la misma predisposición a sufrir enfermedades, seguir los principios de salud que nuestro Creador ha grabado en cada uno de los nervios y tejidos de nuestro cuerpo contribuye a nuestro bienestar general.

Después de haber trabajado todo el día, superar la falta de deseo de hacer ejercicio exige una gran dosis de disciplina. Y no hablemos ya del esfuerzo que tienes que hacer para levantarte y salir a correr un rato cuando, cansado, te apetecería quedarte tumbado en el sofá y ver tu serie de televisión favorita mientras, uno tras otro, te vas echando los granos de cacahuate entre pecho y espalda. No te estoy pidiendo que seas un Roger Bannister II. ¿Cómo? Te cuento su historia:

Había una enorme expectación. La multitud rugía mientras Roger Bannister corría por Iffley Track Road, en Oxford, Inglaterra. Bannister se había preparado meticulosamente para la carrera. Su único objetivo era batir la marca de correr una milla en cuatro minutos. Por eso se sometió a la disciplina de un severo plan de entrenamiento. La preparación fue tan intensa que incluso contemplaba duras escaladas. Por más que Bannister buscara batir aquel esquivo récord, no estaba solo; en todo el mundo, otros también lo tenían en su punto de mira.

Amaneció el 6 de mayo de 1954. Roger Bannister sabía que era el momento para el que se había preparado física y mentalmente.

El día anterior, el 5 de mayo, había resbalado en el suelo pulido del hospital y todo el día había cojeado. Durante el trayecto hacia el lugar de la carrera, no paraba de darle vueltas a la cabeza con sus dudas e interrogantes, entremezcladas con su fuerte determinación y una tremenda conmoción emocional. Después, acompañado por sus dos colegas Chris Brasher y Chris Chataway, Bannister corrió la milla en 3 minutos y 59.4 segundos. Persiguió el objetivo y ganó el premio, el codiciado récord de ser el primer hombre que fue capaz de correr una milla en menos de cuatro minutos. Alcanzarlo le exigió disciplina.

Tu objetivo no es correr una milla en menos de cuatro minutos mañana mismo. El tuyo es evaluar en qué punto te encuentras, consultar con un experto en salud y empezar un programa de ejercicio regular y adecuado a tu edad y tus posibilidades. Es probable que para los más jóvenes sea un tanto más vigoroso que para aquellos que ya peinan alguna cana… si es que les quedan.

¿Te cuesta empezar y seguir un programa de ejercicio regular?

Si todavía no lo has hecho, ¿qué necesitas para ponerte a hacerlo?

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