Dios nos salva por gracia; significa que Dios nos trata maravillosamente bien, a todos por igual, aunque no lo merecemos. Nuestras relaciones serían diferentes si tan solo comprendiéramos la palabra «gracia». Entonces, nadie se sentiría mejor que los demás; habría más perdón y menos acusaciones; más amor y menos odio; empezaríamos a respirar el clima celestial desde ya. Dios responde a todos nuestros pecados, nuestras carencias y dudas con una palabra: GRACIA.