Recepción de Sábado en familia.
Cada semana de nuestra existencia, plasmada de reto, de saldo rojo y de violenta incertidumbre, Dios hace un paréntesis para mostrar su autoridad y poder. La llegada del sábado al ponerse el sol ha sido muchas veces ignorada y confundida como la llegada de cualquier otro día. La familia necesita incorporar en su agenda semanal la llegada del día del Señor como un acontecimiento de gran relevancia. Los preparativos deben ser hechos con anticipación para que, llegada la hora, la familia se una en culto y veneración al día que Dios nos ha indicado será nuestra señal distintiva, el sábado.
Toda familia de la Iglesia del Séptimo Día, tiene el sagrado privilegio de reunirse al ponerse el sol el viernes y adorar.
Al Creador (Éxodo 20:8-11) “Acuérdate del día sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra. Pero el sábado es el día de reposo del Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo en él; ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días el Señor hizo el cielo, la tierra y el mar, y todo lo que contienen, y reposó en el séptimo día. Por eso, el Señor bendijo el sábado y lo declaró santo”. Acordarte has del día de reposo. Adán lo hizo con su esposa al ser formados.
Al Redentor (Deuteronomio 5:12-15) “Guardarás el día sábado para santificarlo, como el Señor tu Dios te ha mandado. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día es sábado dedicado al Señor tu Dios. Ningún trabajo harás, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni tu ganado, ni el extranjero que está dentro de tus puertas; para que descanse tu siervo y tu sierva como tú. Acuérdate que fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y brazo extendido. Por eso el Señor tu Dios te ha mandado que guardes el sábado”. Porque fuiste esclavo en tierra de Egipto. Noé lo hizo con su familia al ser librado de la muerte.
Al que prometió (Isaías 66:22, 23) “Así como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago, permanecerán ante mí –dice el Señor–, así permanecerán vuestros descendientes y vuestro nombre. Y de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrán todos a adorar ante mí –dice el Señor–“. En el cielo nuevo y tierra nueva que yo hago… vendrán a adorar cada sábado delante de mí, dice Jehová.
“Antes de que se ponga el sol, debe ponerse a un lado todo trabajo secular y guardarse fuera de la vista todos los periódicos de ese carácter. Padres, explicad a vuestros hijos lo que hacéis y os proponéis y dejadlos participar en vuestra preparación para guardar el sábado según el mandamiento” (CNp. 500).
Haz de la recepción de sábado una dulce experiencia familiar.
- Lectura de la Palabra. “Cuiden que la lectura de las Escrituras sea bien escogida y sencilla” (Servicio cristiano p. 259). Seleccione las parábolas de Jesús. Recordando los milagros de Jesús. Historias bíblicas de suspenso.
- Dedica tiempo a la alabanza. “Que los niños se unan en el canto” (Ibíd.). Cada miembro de familia solicitando su canto favorito.
- Oración. “Que las oraciones sean cortas y directas (Ibíd.). Escrita los nombres de la familia en papelitos y saque uno cada viernes para orar por él.
Sugerencias
- Prepara una cena especial para la familia. Convierte esto en una tradición familiar.
- Ve con tu familia el álbum familiar y agradece a Dios por la intervención en sus vidas.
- Haz un acertijo o crucigrama bíblico en familia.
- Invita a tus vecinos a participar del culto.
- Invita a hermanos de la iglesia que son únicos adventistas en sus casas.
- Prepara un resumen de un capítulo de “El conflicto de los siglos”.
- Usa tu creatividad y comparte las ideas.
- Evita que tu culto de recepción de sábado sea largo y tedioso.
Es hora de levantarnos y adorar al Creador, al Redentor y al que prometió volver.
Recuerda: eres un Adventista del Séptimo Día.