Los atrios del Señor
Los atrios del Señor. “¡Cuán amable es tu morada, Señor Todopoderoso! Anhelo, y ardientemente deseo los atrios del Señor. Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo” Salmo 84:1, 2. El salmista canta en estos versos la irresistible fascinación que el santuario ejercía en su espíritu. El hombre es por naturaleza “incurablemente religioso”. Es…